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miércoles, 22 de julio de 2009

La edad tardía o la del dorado ocaso

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Al principio parecía algo que sólo les pasaba a otros. Luego, creíamos de buena fe que jamás llegaríamos porque nos moriríamos antes. Sin embargo, se asienta, da fe con cada arruga de expresión en el rostro, aparecen las canas y hace tiempo que los hijos han crecido y se han ido de casa para fundar un nuevo hogar o para defender su independencia. La realidad es un hecho difícil de discutir. Como el cambio es lento da tiempo a la aceptación y, después, al descubrimiento de que es, simplemente, otra etapa que si se sabe entender y aceptar presenta múltiples ventajas.

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La primera consecuencia lógica es que ya no es igual tu agudeza visual aunque mantengas una vista activa. Sin padecer una sordera, tampoco el oído es aquel órgano receptor de los sonidos más delicados y sutiles. Aparece también una disminución en la capacidad de captar y recordar nuevos sonidos musicales. La memoria, aún funcionando con normalidad, juega alguna mala pasada. Sucede, pues, que hemos gastado ya una parte del capital que nos fue entregado al nacer y que fue desarrollándose en los primeros años. Antes éramos incansables, después empezamos a tener que moderar nuestras actividades físicas. Y así podríamos seguir…

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Pero lo fundamental es aceptar nuestra realidad. Después, descubriremos que aunque la juventud fue algo muy bueno tampoco fue una etapa tan perfecta porque estábamos atados a muchas responsabilidades y ello implicaba muchas renuncias. Esas ligaduras que impedían la realización de nuestros sueños por fin caen y quedamos libres. Y confirmamos lo que hemos pensado siempre: la vida puede ser una fuente inagotable de satisfacciones. Eso sí, lo primero que tenemos que derrotar es al enemigo del qué dirán mis hijos, mis yernos, mis vecinos, mis amigos. Es el momento del paseo placentero, de los viajes, de aprender aquello que siempre nos ilusionó o de hacerlo ahora; además, con la ventaja de que no nos va angustiar el resultado. De poner en movimiento todo lo que nos apetezca: cantar, bailar, escribir, pintar, caminar, hacer senderismo, jugar al parchís, a las cartas o a la petanca. Cultivar nuevas amistades, participar de actividades humanitarias y de un sinfín de posibilidades. Y todo por el puro placer de hacerlo y sin luchar por el dinero. A mí me parece una situación fantástica. Claro que yo soy una mujer muy afortunada porque vivo en un país en que tenemos libertades y derechos, amén de un montón de opciones.

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Además, los abuelos y abuelas, tenemos una función social impagable: con nuestra presencia ponemos de relieve el esplendor de la juventud. Si no fuera por la comparación con los viejos, los jóvenes comparados con los niños, se verían en una posición de vejez anticipada y de juventud poco valorada. De ahí mi eslogan machacón e insistente de: “Ponga una abuela en su vida”. Me explicaré. Si al levantarte te encuentras con la abuela en el pasillo, al mirarte en el espejo del cuarto de baño, te encontrarás con que tu piel es más tersa, tus ojos más brillantes, tu mente más despierta, tus movimientos son más ágiles. En resumidas cuentas, que estás preciosa. La mejor crema para el cutis es la presencia de la abuela. Y todo ese milagro surge por comparación. Sólo por esto, los abuelos debiéramos ser reverenciados, respetados y adorados como lo son las vacas en la India.

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Y termino por poner de relieve que “nunca es tarde si la dicha es buena” porque, en mi opinión, la soledad de la vejez significa libertad. Ya no hay entorno social, padres, marido ni hijos a quien culpar de nuestra falta de ilusiones. Es el momento de asumir lo que vamos a hacer con lo que nos queda por gastar: es la ocasión de atravesar esa puerta que nos ofrece multitud de posibilidades de realización personal porque se nos brinda la ocasión de disfrutar de ese precioso don que recibimos al nacer: nuestro libre albedrío.

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Texto e imágenes realizados por Franziska

Alcalá de Henares, 22 de julio de 2009

22 comentarios:

CANTO EN FLOR dijo...

Perdón por llegar siempre primero, pero me avisan de tí...

Apenas y pude terminar de leerte, pues mis ojos se llenaron de un líquido extraño.

Y no podía ser de otra manera, pues lo que me has dicho son verdades de tu alma de mujer en plenitud, llenas de aromas de tu vida, con esa dulzura exquisita que solamente da un vivir pleno.

Gracias amiga de mi alma, compañera de luz, universo de amor que escribe su vida toda en un poema.

Y ya sabes que estoy totalmente de acuerdo...

Las abuelas son el mejor regalo de Dios!

Te quiero mucho, mucho!

Julia dijo...

Sí, me imagino que debe ser diferente ahora. Ya no hay tantas responsabilidades y más tiempo para disfrutar de cosas que no se pudieron vivir en otros momentos. Entonces iré tomándole un poco más de cariño a mis 2 canas y a mis rollitos... también puede ser bueno lo que vendrá!!!
Besotessss!

Carmen Montoro dijo...

Gracias franziska, por tus hermosas palabras, lo que dices es tan auténtico, tan real... muy buena reflexión!

Y esas fotos de los arrabales de Lanjarón, muy buenas, la de las campanillas me encanta, me parece suprema e ilustra muy bien lo que narras.

Espero que te dejaran como "nueva" en el balneario, bueno mejor que nueva.

Atenta que ya llegará el mail, no me olvido de nuestro pacto.
Un abrazo muy fuerte, compañera y que la luz te acompañe siempre.

Carmen Montoro dijo...

Ya me gustaria ver esas fotos desde la Plaza Nueva, hasta el Paseo de los Tristes..., y esos puentes, y lo que más esas aldabas.

Cuando empezé en esto de la fotografia, y estudiaba en Granada, mis primerisimas fotos en blanco y negro riguroso, que revelaba yo misma, eran de ALDABAS, CERRADURAS, y PUERTAS de esos barrios a ambos lados del rio DARRO.
Me hizo gracia que tu también fotografiaste aldabas...
Un beso y que la luz te acompañe!

Neurotransmisores dijo...

Siempre es bueno ver el lado positivo de la edad avanzada...

Saludos.

Petri dijo...

Yo leyendote estoy deseando tener 75 años, o mejor, llevarme esté articulo y leerlo todos los días para darme cuenta que la vida solo se acaba con la muerte
un abrazo.

Marina-Emer dijo...

Hola franziska...si supieras que para dejarte un comentario estoy desde otro blog...en el mio llevo dias que a muchos no puedo entrar y el correo me va mal y los que me llegan algunos no puedo abrir...Lourdes me dice que me ha escrito varios y no me llegan ni siquiera al correo.
bueno tienes un post muy bonito y muy acertado...pero sabes yo estoy probando muchas cosas para cortar esa soledad y nada me satisface...a veces yo misma me rio de lo que escribo o digo por como digo yo es hacer el gamberro pero no Fran es como si mi vida ya no tuviera sentido...menos mal que me gusta escribir...ni salgo de casa y a veces hasta cerraria el blog tanto que me distraigo.
Bueno tu que sales tanto llegate un dia por esta tierra que el mar te gustara.
me salgo de este bolg no entre la dueña es......MI QUERIDA MARIBEL Y ELLA YA SABE QUE NO ENTRO A MUCHOS BLOGS ..ASI QUE SE LO DIRE YA QUE AL PINCHAR TU BLOG Y VER QUE ME SALIA ME ALEGRE.
BESOS
MARINA

Mariaisabel dijo...

Franziska,
Pero que post más acertado. Todo, absolutamente todo, me ha gustado.
Cuanta razón tienes!
Marchan los hijos, nosotras ya hemos cumplido en todo lo que hemos podido y ahora llega la hora de hacer lo que nunca pudimos.
Siempre me gustó el voluntariado y estar con personas discapacitadas, pero al casarme me dediqué exclusivamente al hogar y a la familia, pero ahora puedo dedicarme a ello y son muchas las salidas que hago.
Efectivamente, tal como tu dices: No pensemos en "el que diran". Puedo decirte que yo paso totalmente de eso, solo faltaría verdad?
Vuelvo a repetirte: Un post muy acertado.
Feliz fin de semana

ALBINO dijo...

No cites la palabra vejez, sino madurez. Yo te supero en cinco años y afortunadamente sigo casado, con dos hijos, pero sin nietos porque ambos eligieron la soleteria (no es imprescindible para los nietos, pero lo cumplen).
Y la verdad es que cada dia me siento más joven. Escribo (fue mi profesion), leo, voy a conciertos, hago una hora de gimnasia y otra de natacion, y aunque haya perdido algo de oido, algo de vista y algún diente, todo se puede suplir.
Estoy de acuerdo con tu optimismo y por ello me uno a el.
Te he dejado en tu panel de favoritos mi vieja maquina de escribir y espero que me correspondas si te pasas por mi blog que es autobiográfico y sin limitanción alguna.
Un beso

M. J. Verdú dijo...

Pues sí aunque llegue tarde la dicha, lo importante es que llegue. En otro orden de cosas, la soledad es algo que la gente siempre mira en negativo, pero para mí es algo que te permite lo mejor: conocerte a tí misma y si, además, hay más tiempo libre, mejor que mejor porque es más fácil dedicarnos a redescubrir talentos internos que podamos ofrecer a los demás

Una senderista. dijo...

Hola amiga, haces referencia en mi blog sobre el Reiki, pues bien, yo tengo el segundo nivel, el reiki es algo precioso si lo tomas como medio de autosanación o para ayudar a los demás, tiene muchas cualidades, pero es muy fuerte en cuanto a energía, me refiero que tienes que estar dispuesta a aceptar los cambios que se producen en tu vida y en la de los demás cuando tomas el camino del reiki, que no es una religión.
Como medio para evolución personal, te muestra muchas cosas de ti misma que ni siquieras sabes que están dentro, pero que condicionan tu vida y a veces el pasado que está pendiente de solucionar aparece, para evolucionar hay que perdonar y aceptar, hay que vivir en paz con el pasado.
Esto no significa que tengas que ir perdonando a la gente de tu pasado, sino, hacer las paces a un nivel espiritual, digamos.
El libro del que me haces referencia lo conozco, está ,muy bien, te dará una idea, hay mucho casi todos vienen a decirte lo mismo.
Cuando estes preparada aparecerá el maestro/a para darte la iniciación, ya verás, el reiki es la energía vital y sabe como ahcer las cosas.
Saludos

Josefa dijo...

Hola Franziska. Has bordado esta entrada. Todo lo que dices es cierto, ¿Que tal te ha ido en el balneario?
Un beso con todo mi cariño.

Hada Isol ♥ dijo...

Pues yo pìenso como tu en esto,siento que la juventud es una época de la vida dificil con ataduras,con muchas responsabilidades y abrumadores sueños,espectativas,`
proyectos,aprendizaje,
fracasos etc,y cuando ya eres mayor estás ás allá de todo eso,si a los nietos los disfrutas maravillosamente,yo a la vejez no le temo,se que voy a disfrutar tantissimas cosas que hoy no puedo,que como todo momento en mi vida tendrá lo bueno y lo malo mezclado y eso es todo,ahora bien después de leerte y de guardar para siempre en mi carpeta de blogs este texto,tengo por seguro que a medida que mis años lleguen
le encontraré lo mejor a esa etapa. un abrazo me encantó leerte.

mixtu dijo...

la vida

els momentos que la vida nos oferece

un camini

fuerzas

perder

buscar

sentir

de nuevo sentir

hijo de...

padre de ...

avoelo de...

imemorial

imortal cuando se tiene descendentes

que nos recordan...

que nos hacen vivir despues de la muerte

cansazo

salud

pouca salud

findar

vivir

hoy, el somente la vespera de lo otro dia

abrazo serrano e europeo

roxana dijo...

PALABRAS SABIAS AL IGUAL DE LAS QUE HAS DEJADO EN MI BLOG!!!!!!!!!! UN BESO Y UN GUSTO!

Josefa dijo...

Franziska acabo de leer un comentario de Lola en mi blog, en el cual me pide que te diga que te lee, pero que le es imposible entrar en tu blog.
Su dirección es esta.
http://boheme.zruspas.org.
Un abrazo de corazón.

francesc dijo...

Hola Franziska, No me has convencido porque estoy totalmente de acuerdo contigo. La vida es dualidad y se es feliz porque conocemos la desgracia, se es viejo porque sabemos que existe la juventud, todo se rige dentro de esa dualidad y en cada una de las situaciones siempre también tienes dos opciones, intentar vivir con tus recursos o morir de nostalgia por lo que posiblemente tampoco se aprovecho en su momento. En fin, lo importante es intentar sacar provecho de nuestro patrimonio.
Yo no soy abuela ni abuelo, pero tengo añitos suficientes para haber podido serlo.
Me gustan mucho tus fotografias:)
Un abrazo

Marina-Emer dijo...

Agradezco todo el apoyo que me das pero yo soy muy casera y me meto en mi despacho y ya no nacesito mas...la calle de momento la aburro ahora calor ...antes frio... me estan llamando toda la familia por diferentes partes de España y sin decir ...no...pasan los dias y en casa estoy tan cómoda que bueno Marisel me invita a Mexico ...igual ahi me animo por el cariño que desde que vivia Emilio nos tenemos.
Bueno todo se andara ...ahora escribo al amor y picantito como mi sobrina me pide y veo que los varones pican y me divierto algo.
besitos
Marina

Gwynette dijo...

Que fotos tan preciosas, Francika!
..estoy practicando con la fotografía, pero enfoco a la gente por la calle sin que se den cuenta, los paso al ordenador, redimensiono la imagen, aclaro la foto o la oscurezco y poco a poco se van convirtiendo en conocidos míos...:)

Te mando un gran abrazo, mujer sabia :)))

Casía dijo...

esperaré la vejez con más entusiasmo si cabe despues de leer tus palabras

Cigarra dijo...

Cuántisima sabiduría vital, expuesta con tanta claridad. Es un privilegio tener cerca una persona que sepa envejecer con gracia, con alegría, con elegancia, conservando ilusiones y actividades como tu. Ese es el principal beneficio que obtenemos de "poner una abuela" en nuestra vida: tenemos ante los ojos la demostración de que ser mayor no es sinónimo de ser triste ni inútil, de que envejecer no está reñido con disfrutar de la vida, y eso ayuda a cumplir los años que nos van cayendo. Mi suegra tiene 94 años. Sigue viviendo sola y se vale para casi todo, con los achaques de vista, oido o muleta que se pueden esperar, pero este verano otra vez hemos estado de vacaciones con ella y se ha dado sus buenos baños en la piscina, enseñándonos que se puede llegar a esa edad en plenitud. Gracias a ella y a todos los que nos enseñais el camino de una vejez luminosa (Aunque se que tu tienes muchisimos menos años, no hace falta que lo digas. Pero lo importante es la actitud mental, y esa hay que cultivarla con mucha antelación)

Juntas pero no revueltas. dijo...

Todavía no soy abuela, aunque alguno de mis hijos tienen la edad que yo tenía cuando los tuve a ellos. Después de leerte con esa dulzura vertida en cada palabra pienso que efectivamente; no son los años los que envejecen, es la amargura de corazón porque lo importante es que hasta aquí llegamos y muchos se quedaron por el camino. Cada tiempo tiene su momento y el tuyo refleja una paz infinita.

Las fotografías muy acordes con las palabras, ¡hermosas!.
Un abrazo, Alondra