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jueves, 1 de julio de 2010

Las ocas silvestres

Retorno a mis encuentros con todos vosotros un poco más arrugadita, pero con mi interés de siempre en la observación de la Naturaleza y de su apasionante mundo animal.
Esta última primavera, tuve la gran suerte de encontrarme a una familia de ocas y comprobé que, efectivamente, silban cuando están alarmados o enfadados pero, además, contraen el cuello como un síntoma de su preocupación. Creo que las expresiones de Mamá Oca son muy significativas. En este trabajo incluyo algunas de las imágenes y del entorno que, a continuación expongo. Después, hay unas pequeñas anotaciones sobre algunas características de las ocas silvestres por si queréis dedicarles unos minutos de vuestra atención.


Los polluelos han salido de debajo de las alas maternas y se mantienen agrupados y disciplinados
Un silbido acompaña a la clara advertencia de que no es grato sentirse observado tan de cerca por un
ojo humano.
El padre está delante en franca postura de protección y vigilancia.

A esta altura del camino, me los encontré.  Destacaba la blancura del padre y fue una tentación imposible
de vencer no tomar las fotos que, llena de emoción, pude disparar.
No resulta fácil comprender el motivo por el que, desde los tiempos más antiguos, se haya considerado a las ocas como aves de escasa inteligencia, puesto que las observaciones realizadas confirman lo contrario. Todas las especies, sin excepción, se encuentran entre las aves más cautas, astutas, vigilantes e inteligentes que existen. En cautividad se adaptan a las nuevas condiciones de vida y se domestican con rapidez.

Las ocas pasan menos tiempo en el agua que los demás individuos de su especie. Permanecen mucho tiempo en tierra e, incluso, en los árboles.


Al caminar mantienen el cuerpo erguido y el cuello en posición vertical. Varias de las especies emiten un sonido semejante a un murmullo; otras, claman; y algunas dejan escuchar gritos agudos y lastimeros que se pueden escuchar desde lejos. Cuando se sienten molestadas casi todas las especies silban.

Cuando se forma una pareja ya no se separa en toda la vida. Sus crías se desarrollan con tal rapidez que, a los dos meses, ya podrían independizarse pero prefieren continuar largo tiempo junto a sus padres, con los que forman una familia muy unida.

El macho corteja a su futura compañera, la vigila celosamente y combate sin temor a sus rivales. En las luchas que se entablan entre los machos, los dos adversarios se agarran fuertemente con el pico por el cuello y se golpean con las alas, con tal violencia que el ruido que producen se puede oír a considerable distancia.

Tras el apareamiento, la hembra empieza a reunir los materiales necesarios para la construcción del nido. El macho la acompaña pero no la ayuda en su tarea. La base del nido está formada por tallos y hojas de junco, ramitas secas y otros materiales amontonados con descuido. El hueco interno, sin embargo, estará revestido por una capa de plumón que, antes de disponerse a incubar, la hembra se arrancará. Los nidos frecuentemente se instalan en suelos pantanosos, en cañaverales o en islotes de las zonas lacustres, siempre en lugares de difícil acceso para los zorros u otros animales de presa.

Sus pequeños nacen a los 24 días. Permanecen 24 horas en el nido y, al día siguiente, sus progenitores los llevan al agua y les enseñan a buscar alimento. Tras el nacimiento de la prole, el macho se hace más desconfiado que de costumbre. Cuando la familia se traslada, la madre va en cabeza, los hijos en medio y el padre en retaguardia.

Los pequeños que quedan huérfanos mueren a menos que se unan a otras familias de la especie. Si bien los adultos no acostumbran a tomar la iniciativa de acoger a las crías abandonadas, nunca se niegan a admitir a la prole ajena que espontáneamente se les una. Se sabe de una hembra que tenía a su cuidado a unos sesenta polluelos huérfanos.

La caza del ánsar común requiere mucha habilidad y prolongados acechos entre los cañaverales. La carne de los adultos es dura y coriácea, pero la de los jóvenes resulta muy sabrosa. Las plumas son más apreciadas que las de la oca doméstica y el plumón se cotiza a alto precio.


El texto se ha elaborado con información recogida en “El Mundo de los Animales”
Las fotos realizadas por Franziska en la cuenca del río Henares.

20 comentarios:

M@bel_es_azul dijo...

Hola FrancisKa, cuánto me alegro que hayas retomado tu blog! Como Siempre hermosoas tus imágenes, qué lindo privilegio tenés en poder tener estos paisajes de cerca.
Te sigo leyendo. Un beso.

Alondra dijo...

Después de la bienvenida allí, mi querida Franziska, no pude resistir más y aquí estoy... Dispuesta como buena alumna a recibir otra hermosa lección de vida... y como siempre tu cámara refleja esos instantes que tal pareciera que están ahí para que tu los atrapes.
Un abrazo y nos seguimos leyendo, por cierto, tengo nueva ventana en solitario cuando quieras y puedas está abierta.
http://alondra-volarsinalas.blogspot.com/

Carmen Montoro dijo...

Querida Franziska! Tus ocas me encantan... la foto familiar me parece fantástica, con esa riqueza de colores y matices, espero que pronto vea la luz ese video!

"Como deciamos ayer..." la luz era tan brutal en Aldeia da Luz que a pesar de usar una Canon E0S 1000D, las imágenes, que te envié dan el aspecto de "quemadas"...creo que debo trabajar el procesado mejor!
Tus valoraciones me interesan muchísimo, en serio!

Encantadísima de volver a pasear por tu tortuga. Un abrazo, amiga!

un sitio diferente

Zafferano dijo...

Hola preciosa! Qué maravilla de fotos y qué suerte poder tomarlas. Me alegra que estés en marcha otra vez.

Un beso enorme!

Anónimo dijo...

Primero decirte que no sabes cuánto me alegra tenerte de nuevo por aquí, y que nos compartas tus posts siempre tan bonitos y con esas fotos que he de decirte, cada vez nos sorprendes más porque estas son realmente preciosas !!!!!

No sabía eso de que las ocas silban.... me dejaste sorprendida!

Besos y reitero lo dicho, cuánto me alegro de verte de nuevo!!!

Kety dijo...

Franziska, me alegro de tu regreso, te echaba de menos.
Imágenes tiernas.

Un abrazo

Luis dijo...

Hola Franciska:
Tu esperado regreso se ha visto adornado por el magnífico reportaje que nos muestras de esa familia animal y de unas fotografías expléndidas.
Te deseo un feliz fin de semana y que no dejes de maravillarnos con tus entradas,
Luis

Petri dijo...

Hola Francizka, que bueno que has vuelto.
Las fotos me encantan.
Observado el mundo animal y obsevando el nuestro os damos cuenta de las similitudes.

YEL dijo...

Hola Franziska. Felicidades por estas hermosas imágenes y el texto tan explicativo. Las fotos de las aves están preciosas, ¡bravo!

Me alegra volver a encontrarme con una nueva entrada tuya en mi lector de blogs.

Saludos afectuosos.

Issa dijo...

Bienvenida!!! que bueno leerte de nuevo!

BLQ dijo...

Franziska, desde que llevo leyendo tus blogs y viendo las fotos que haces, me encanta el conocimiento que tienes del mundo natural, los paisajes que visitas y nos muestras son excelentes y dan esperanza.

un abrazo

Rosario Ruiz de Almodóvar Rivera dijo...

¡Qué preciosidad de reportaje Franzisca!
Me ha encantado la vida de las ocas salvajes, qué madrazas...
y el padre es muy protector, LINDO.

Has hecho unas fotografías maravillosas, tanto, que tengo que ir a visitar esos parajes y por supuesto me llevaré la máquina de fotos, aunque no creo que pueda hacer unas fotos tan bonitas como las tuyas.

Seguro que no estás nada arrugadita, una persona que tiene esas ideas para hacer fotos y para escribir tan bien, es imposible que se le instale el desánimo en el alma y esas son las únicas arrugas, las de la piel poco importan.

LINDAS LAS TORTUGAS DE DOS CABEZAS.

Un abrazo fuerte amiga, desde mi librillo.

Noite de luNa dijo...

Buenas noches:
Ha sido una gran sorpresa.
Me alegra que vuelvas y poder seguir leyendo con mucho placer.
De verdad.
Gracias a tí.

Voy a empaparme de las ocas.

Besos

Noelia A dijo...

Franziska, un gusto que te reintegres a la grata tarea de escribir en el blog. Debes saberte privilegiada de tener a tu alcance tan bonito lugar que, al parecer, se conserva en estado natural, para pasear y tomar fotos, y gozar de la naturaleza.
No sabía que las ocas eran monógamas, pero desde pequeñita conservo cierta admiración hacia los patos, por ejemplo, porque iba al campo de unos tío s e intentaba atraparlos infructuosamente, una y otra vez. Es un lindo recuerdo, claro que esos eran patos, otra especie, pero eran lo suficientemente astutos para desconfiar de los humanos. Lindo post. Aquí cerca de casa también tengo un lugar con río y árboles, una extensa reserva natural llamada "Parque Tau", y es un privilegio dispoenr de ella para dar unas vueltas en esa paz que confieren los árboles y los pajaritos. Ahí sólo hay patos, en el verano, esos que coloquialmente se les llama "tumbaculitos", porque se ponen cabeza abajo en el agua para cazar peces.
Saludos

francesc dijo...

Hola Franciska, me alegra mucho leerte de nuevo. Yo acabo de llegar de vacaciones. He pasado unos dias por Teruel y Cuenca.
En el Delta del Ebro, vi una pareja de Ocas, que adoptaron unas crias que compro su dueño en un mercado, no los abandonaban en ningun momento y los pequeños tampoco.:)
Un fuerte abrazo

Unknown dijo...

HOla Franziska... me ha encantado.. tu blog y esta descripción de lo que percibiste tu con las ocas..

Son tan lindas...

lo que mas me gusta es que lograron hablarte a su manera y cuatirvarte y aquí están ahora con nosotros gracias a ti..

Y gracias a ti que has salido del silencio te conozco y puedo disfrutar de tu blog, que rezuma juventud y vitalidad...

y eso me agrada mucho

Un beso de entrada...

Chela dijo...

¡Que bonita esta página sobre las ocas!.Tengo unos tios que tienen ocas en su finca y nos encanta observarlas.Ya han aparecido en algunas fotos de mis posts.Hay una pequeña en el sidebar, de mi sobrina nieta Manuela con unas ocas.La niña era la primera vez que las veía y estaba embelesada con ellas.

Funcionan como tu cuentas.Son muy buenas guardianas pues enseguida alertan de la presencia de alguien.
Cuando se sentían amenazadas por el zorro, se lanzaban a la piscina de la finca para protegerse de él.

¡Y menuda tortilla que se hace con un huevo de oca!

Las fotos que has hecho están muy bien. Has tenido suerte en encontrarlas y poder hacerlas.

Un abrazo.

Campanita de BarZaires dijo...

Que bonito post Franziska me gusta mucho siempre las historias que nos cuentas de los animales,las fotos son preciosas, me gustan mucho los animales, y no hay vez que no esté en Barcelona, que no me acerque al claustro de la catedral para ver las ocas, me gusta observarlas, y me ha encantado poder leer este artículo, que nos acerca mucho más a ellas, además es una animal bonito, siempre me recuerda los dibujos de muchos cuentos de hadas, gracias por todo cuando nos regalas, en cada cosa que compartes.

Un beso muy grande con todo mi cariño.

Una senderista. dijo...

Gracias por tu visita, la verdad es que tengo el blog muy abandonado, ahora tengo unos días de descanso y a ver si le presto más atención

Toupeiro dijo...

La naturaleza nos regala a veces con escenas maravaillosas si nos tomamos el interes en apreciarlo.