El problema social que con mayor
gravedad afecta a los ciudadanos es la falta de empleo, y es natural. La mayoría de las personas podemos vivir y
satisfacer nuestras necesidades gracias a los ingresos que nos proporciona el
trabajo remunerado o las pensiones que se reciben precisamente por haber tenido
con anterioridad empleos y haber cotizado a la Seguridad Social
en ellos.
Por eso es lógico que la mayoría
de la población desee que las políticas de los gobiernos se encaminen a
facilitar la creación de puestos de trabajo y que los políticos siempre se
presenten ante la gente como preocupados por conseguir este objetivo.
Pero en este campo, como en
ningún otro, no debemos ser ingenuos. En
apariencia todos estamos interesados en que se cree el mayor número de empleos
pero eso es solo una apariencia porque también hay grupos de interés muy poderosos a quienes nos les conviene que haya
pleno empleo y que todas las personas que lo deseen dispongan de un puesto de
trabajo bien remunerado.
Así lo han detectado muchos
científicos y es algo que incluso han reconocido muchos dirigentes políticos.
El que fue ministro español de Economía, Carlos Solchaga, lo expresó claramente
en un libro en el que comentaba su experiencia de gobierno: “La reducción del desempleo, lejos de ser
una estrategia de la que todos saldrían beneficiados, es una decisión que
si se llevara a efecto podría acarrear
perjuicios a muchos grupos de intereses y a algunos grupos de opinión
pública”.
Eso es así porque cuando hay un alto nivel de desempleo se
puede contratar el trabajo a salarios más bajos ya que hay más personas que
desean trabajar pero que no encuentran empleo y, por tanto, estarán dispuestas
a aceptar sin rechistar las condiciones de trabajo que les ofrezcan.
En nuestro país hemos podido
comprobar en los últimos años que la presencia de gran número de inmigrantes ha
sido utilizada para contratar a más bajo salario y que incluso ha sido fomentada la presencia de
trabajadores sin papeles precisamente porque su estado de mayor necesidad
permite a
empleadores que sólo buscan el máximo beneficio, contratarlos en
condiciones más desfavorables para ellos.
El interés que puedan tener algunos grupos sociales poderosos en que
haya desempleo es, por tanto, algo que no se puede olvidar para entender por
qué en los últimos años todo el mundo habla de crear empleo y, a la postre, no
se crea el suficiente y el que se crea es de baja calidad, con malas
condiciones de trabajo, pocos derechos reconocidos y de bajo salario.
En cualquier caso, para poder
determinar lo que más conviene hacer para crear puestos de trabajo, vamos a
repasar en primer lugar las ideas que defienden al respecto quienes nos gobiernan; después vamos a mostrar que antes y ahora, en plena
crisis, se corresponden poco con la realidad, y finalmente indicaremos, a la
vista de la experiencia real, cuales son las condiciones que, a nuestro juicio,
sí permitirían crear el empleo que necesita nuestra economía y nuestra
sociedad.
……………
NOTA
En mi opinión todo el entramado
de factores que se presentan en la actual crisis que está viviendo nuestro
país, nos resultan muy complicados de
entender porque teníamos nuestra fe puesta en que vivíamos en el mejor de los
mundos: el primer mundo desarrollado y democrático en el que todo funcionaba según
las leyes establecidas y que nos protegían a todos por igual. Si algún grupo o persona se descarriaba, para
eso estaba la justicia. Pero ahora ya
sé que las cosas no eran como yo las pensaba.
Me recomendaron este libro de
“Hay alternativas” y para mí está siendo esclarecedor. Es por eso, que he
pensado compartirlo pero la totalidad del libro es, a todas luces imposible,
entonces mi compromiso será ir entresacando algunas partes significativas, a
pequeñas fracciones, para que sea posible verlo más claro. Aunque mucho mejor que el trabajo que yo
pueda aportar, será la lectura del libro de Vicenç Navarro.
Alcalá de Henares, 27 de agosto
de 2012
Franziska
Texto extraído del libro “HAY ALTERNATIVAS”, página 83, capítulo
IV. Me he permitido realzar en negritas algunas partes del texto que, por lo
demás, es un fiel reflejo del libro.
Son los autores de este libro: De
Vicenç Navarro, Juan Torres López y Alberto Garzón Espinosa
2 comentarios:
Con todos mis respetos a tus opiniones, ya lo sabes, el problema ni nació ni se generó en esa competencia. Te aconsejo que leas, si quieres y puedes, el libro de Vicenç Navarro "Hay alternativas".
Lo que ocurre es que nos olvidamos de la banca y así nos va; nos olvidamos del neoliberalismo que está haciendo todo lo que está a su alcance -que es mucho- para que no haya pleno empleo y poder imponer condiciones de autentico abuso sobre los trabajadores; y bueno, voy a dejarlo porque tú, es casi seguro, que no vas a volver a ver mi respuesta porque esto no es lo que yo he hecho desde que estoy en blogger. Un abrazo. Franziska
Hola Franciska.
Gracias por este Post informativo,
desde Cáritas también estamos trabajando con el empleo, buscando alternativas.
Te mando un beso, Montserrat
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