Hoy quiero presentaros a un héroe canadiense. Su nombre es
Norman Bethune. Tengo que confesar
que hasta el mes de febrero pasado yo no había oído hablar de él. No es extraño porque este hombre llegó a
España en el año 1936, a
comienzos de nuestra guerra incivil.
Había tomado la decisión de abandonar su cómoda situación
de Jefe de Servicio Médico del Hospital Sacré Coeur de Montreal para llegar a
España como médico voluntario de las Brigadas Internacionales, donde creó el
Servicio Canadiense de Transfusión de Sangre.
Es un médico creativo que ya había desarrollado
instrumentos quirúrgicos innovadores para el tratamiento de la tuberculosis que
él mismo había padecido. Norman
Bethune tenía el convencimiento de que era necesario realizar las
transfusiones en el mismo campo de batalla. Con ese fin creó la primera unidad móvil de transfusiones de sangre del mundo, formando
un equipo de ambulancias. Casi de forma
artesanal adapta una furgoneta-ambulancia con un generador eléctrico y
frigorífico, autoclaves para la esterilización y compartimentos para el
instrumental necesario.
Norman Bethune vivió, durante su corta estancia
en España, la experiencia traumática de un hecho que se ha querido soslayar y
que fue silenciado durante la dictadura.
De esa experiencia escribió un relato llamado “El crimen de la carretera
Málaga-Almería” al que se unen las fotografías realizadas por Hazen Sise que
trabajaba en su equipo como conductor, y que dan testimonio de los hechos.
Norman se trasladó en el mes de febrero de 1937 desde Valencia a Málaga para prestar ayuda a las
tropas que defendían la ciudad del avance fascista. Como consecuencia de esa
misión, fue testigo excepcional de uno de los episodios más dramáticos y
desconocidos de la guerra civil española.
Se considera que unas 100.000
personas, aproximadamente, un grupo formado en su mayoría por heridos, niños, mujeres y ancianos fueron masacrados
durante su huída hacia Almería. Bombardeados
desde el aire y se disparó contra esa
multitud desde los puntos de artillería de los puertos. La gente huía de la
represión de las tropas franquistas y de las posibles represalias que caerían
sobre ellos por haberse mantenido fieles al gobierno republicano. Vaciaron la
furgoneta y recogieron al mayor número posible de personas para trasladarlas al
hospital de Almería, estuvieron tres días sin descansar, tratando de salvar al
mayor número posible de personas, en especial a los niños que muchos vagaban
solos pues habían perdido a sus padres.
En el mes de junio de 1937 es cuando su gobierno adoptó la
política de "no intervención", retirando las unidades brigadistas,
entonces regresó a Canadá. Sin embargo, se dedicó a dar conferencias sobre los crímenes que había
presenciado durante su estancia en España, recaudando fondos y voluntarios para
luchar contra el fascismo de Franco.
Un año después, se marchó a China para ayudar a las tropas
de Mao Tse-tung, tras la invasión japonesa. En China se destacó por no hacer distinciones entre las víctimas dando
el mismo tratamiento a los prisioneros
japoneses heridos que a los combatientes chinos.
En 1939, durante una operación de urgencia, se produjo una
herida en un dedo que tuvo la consecuencia nefasta de producirle una septicemia
a consecuencia de la cual murió el 12 de noviembre de 1.939. Tenía 49 años. Una vida asentada sobre los
ideales, que colman su existencia yendo más allá de cualquier ideal político, es
altruista, desinteresado, solidario y tan generoso que toma sobre sus hombros
la tarea de hacer un mundo más justo. Este hombre fue Norman Bethune.
En China se le venera, en numerosos lugares del mundo se
recuerda su nombre y se le rinden homenajes. Los gobiernos de Canadá, China y
España, acordaron organizar una exposición itinerante que se está exhibiendo en
muchos lugares de España para que llegue al conocimiento de todos los españoles
que este hombre excepcional estuvo a nuestro lado en uno de los momentos más
tristes de la historia de nuestra nación.
Alcalá de Henares, 13 de junio de 2017
La información para elaborar este relato ha sido recogida
en diversas fuentes de la web. Desde el mes de febrero estaba pendiente de
compartirlo. Este hombre es Patrimonio de la Humanidad. Es mi opinión. Franziska