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lunes, 24 de mayo de 2021

 

La prisionera

 

Escapar, salir de donde estaba prisionera era el único pensamiento que tenía tanto al  quedarme dormida como al despertar para, invariablemente, comprobar que seguía tras aquellos gruesos barrotes. Había conseguido aflojar uno, el que estaba más próximo a la pared, y  lo cubría con mi cuerpo durante el día. Aparentaba dormir cuando abrían la rejilla para dejarme la comida pero era solo una táctica, a la espera de un descuido de mi guardián.  Me convencí de que la noche era el momento más propicio para mi huida y por fin llegó la ocasión. Pude arrancar el barrote y salir. Escapé por la chimenea de la ventilación y mi sorpresa fue enorme cuando comprobé que no había alcanzado el exterior sino que estaba en otro lugar sin jaulas. Me dispuse a buscar la salida y los encontré allí, me llenó de terror la idea de que se pondrían a dar sus espeluznantes gritos y volverían a encerrarme. No tuve opción: su vida o la mía: tuve que estrangularlos. Conseguí escapar  y llegué al tejado. Libre, al fin. No fue complicado  alcanzar un territorio entre los árboles aunque aquel no era igual que el lugar en el que había nacido.  Recuperé la noche, la presencia de la luna y el brillo de las lejanas estrellas. Me apresté a cazar de nuevo, toda la vida corría nuevamente por mi cuerpo. Yo soy una pitón Seba,  lo tengo a gala. No he nacido para vivir en una jaula.


NOTA:

Este relato nace de una noticia:  DOS HERMANOS DE  CINCO Y SIETE AÑOS HAN MUERTO ESTRANGULADOS POR UNA SERPIENTE PITON

Para que dos hermanos de cinco y siete años murieran estrangulados por una serpiente pitón en Canadá, tuvieron que encadenarse una serie de circunstancias. Primero que esos niños fueran invitados a pasar, precisamente esa  noche a casa de un amigo que vivía en Campbellton. Cuyos padres eran dueños de una tienda de mascotas.

Sin embargo, el hecho llega a producirse porque desde el año 2009 en la provincia de Nuevo Brunswick, se permite la venta y posesión en las tiendas de mascotas, de serpientes no venenosas de hasta tres metros de longitud.

¿Cómo pudo ocurrir?  La pitón se escapó de su jaula durante la noche y accedió, a través del sistema de ventilación, a la vivienda que había encima de la tienda. Por último, los niños invitados estaban en el salón durmiendo en un sofá. Ninguna puerta les protegía.


Alcalá de Henares, 24 de mayo de 2021

Microrrelato realista realizado por Franziska para ser publicado en "La tortuga de dos cabezas.blogspot.com"

5 comentarios:

Tomás B dijo...

Creo que cierto tipo de mascotas no son para tener en casa y mas animales salvajes.
Yo no tengo ni perro ni gato eso que siempre les hubo en casa, claro que los perros tenían un patio donde estaban mas libres y los gatos entraban y salían a su antojo aunque irían a dormir en casa.

Saludos.

Franziska dijo...

Hoy, hay gentes que tienen unos caprichos difíciles de comprender. Lo digo en relación con esas mascotas exóticas.

Teresa dijo...

La noticia no la había oído, es muy triste. El relato te quedo muy bien. Muchos besos.

Alí Reyes dijo...

He quedado con la boca abierta de asombro. No solo por la noticia ¡que da para eso y más! sino por la forma en que recoges el hecho en un relato. Eso solo lo puede hacer un escritor de altura... Guauuu.

Marli Soares Borges dijo...

Aplausos! Mil aplausos!
Li a notícia e achei terrível, mas seu relato é fantástico! Li de um só fôlego!
Parabéns!
Bjs
Marli